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AUTOS ELÉCTRICOS La electrificación de la cadena automotriz en México está en marcha
La electrificación de la cadena automotriz en México está en marcha

La electrificación de vehículos se aceleró en todo el mundo, y por ende la cadena de proveeduría se está transformando. Desde los fabricantes tradicionales hasta nuevos actores, todos están enfocados en liderar el mercado de la movilidad eléctrica.

Sin duda, China y Asia en general están buscando el liderazgo en la electromovilidad. Concentra más del 50% no solo de las ventas, sino en producción y la mayoría de los insumos clave como las baterías. Europa es la segunda región del mundo con más crecimiento de la infraestructura y ventas. En tercer lugar se encuentra Norteamérica, donde el desarrollo ha sido más lento, pero empieza a despuntar con fuertes inversiones.

En México, aunque de manera incipiente también se ha iniciado esa transformación. Al anuncio de Ford en 2018 sobre la reconversión de su planta de Cuautitlán para fabricar su modelo eléctrico Mustang Mach-E, se sumó la inversión de General Motors en su planta de Ramos Arizpe para la fabricación de vehículos eléctricos (VE’s).

En este gráfico proporcionado por FUMEC, es posible apreciar la configuración del desarrollo del mercado eléctrico en las tres grandes regiones productoras del mundo.

Nuevos actores en este mercado también están realizando proyectos en el país. Next.e.Go, único fabricante independiente europeo de coches eléctricos, y Questum, filial de la mexicana Quimmco Autopartes y Maquinados, se aliaron para construir una microfábrica que producirá el modelo e.Go en territorio nacional.

Las marcas mexicanas no se quedan atrás, LM&TM está fabricando autos eléctricos de competencia en Puebla, lo mismo que Zacua, otra marca nacional, que desarrolló y ya comercializa sus modelos eléctricos para movilidad urbana.

La experiencia mexicana en la electrificación de vehículos utilitarios es todavía más amplia. Desde 2012, Moldex, subsidiaria de Grupo Bimbo, inauguró su división de investigación en vehículos eléctricos, que solo un año después presentó su primer vehículo eléctrico de carga ligera. Ahora asociada con Giant Motors lanzó la marca de unidades de reparto Vekstar.

El caso de Giant Motors es excepcional porque se ha convertido en el fabricante de vehículos utilitarios más grande del país. En su planta de Hidalgo, ensambla también los coches eléctricos de la marca JAC, y ha buscado proveeduría nacional para su producción.

“Hemos demostrado ser tremendamente competitivos en la industria automotriz, en todos estos años, y podemos seguir siéndolo en el futuro. Aquí lo importante es qué tan capaces somos de anticiparnos y hacer una planeación estratégica para colocarnos en este nuevo mercado eléctrico”, advierte Carlos Meneses, coordinador del Programa Automotriz de la Fundación México Estados Unidos para la Ciencia (Fumec).

La transformación
El 2024 marcará un punto de inflexión en la transición a la electromovilidad. Para entonces lo precios serán equiparables al de uno de combustión, pero con mejores prestaciones en espacio, diseño, mínimo mantenimiento y una experiencia mejorada, colocándose como una opción para los consumidores, de acuerdo con el Estudio de tendencias y prospectiva en vehículos eléctricos y el futuro de la cadena de valor automotriz, presentado recientemente por la Fumec.

“Si pensamos que un modelo tradicional arranca en su concepción siete años antes de su salida al mercado y los proveedores son buscados y asignados mínimo tres años antes de esa fecha. Si alguien quiere participar en la proveeduría de un auto debe estar listo mínimo tres a cinco años antes”, agrega Meneses.

Con los vehículos eléctricos ese ciclo es todavía más corto, según explica. La fabricante británico-estadounidense, Arrival, reporta tiempos de salida al mercado de 18 meses, contra los tres años que toma el proceso a una armadora tradicional.

El especialista considera que México seguirá siendo un proveedor importante de la cadena de VE’s aunque éstas se instalen en Estados Unidos. Su experiencia como cuarto exportador mundial de autos ligeros y quinto exportador de autopartes lo posicionan en el mapa, pero para ello las empresas tendrán que cambiar su organización y procesos.

“Es importantísimo que sabiendo que el cambio entre la demanda de autos de combustión interna y eléctricos se va a dar en unos 10 años, estas empresas se preparen para incursionar en los segmentos eléctricos. No tienen que dejar el de combustión interna, van a ir creciendo un segmento y decreciendo otro de forma paulatina”, afirma.

10 oportunidades en la proveeduría eléctrica

    El estudio realizado por la Fumec muestra algunos de los cambios que se esperan en los diferentes sistemas automotrices y cómo las actuales pueden aprovechar sus capacidades para continuar en la cadena de VE’s. Sin tantas piezas en el motor y otros componentes relacionados, los proveedores deberán reinventarse.
  • Fabricantes de partes para motores de combustión interna y la transmisión. Dominan procesos clave como forja y maquinados de precisión, así que podrían desarrollar nuevas capacidades de producción de piezas para VE’s.
  • Proveedores de forja y fundición. Los que fabrican las carcasas de las bombas, los monoblocks de los motores, etc., especialmente los que trabajan aluminio, pueden migrar a la producción de carcasas de los motores eléctricos o baterías, además de fabricación de piezas ligeras para el chasis, por mencionar algunas.
  • Proveedores de bombas de agua y aceite. Pueden considerar fabricar las bombas de enfriamiento para baterías y motor, y participar en los sistemas de enfriamiento de los eléctricos.
  • Proveedores de componentes del tren motriz. Con su experiencia en manufactura de alta precisión, podrían fabricar componentes de precisión para los vehículos eléctricos.
  • Fabricantes de componentes eléctricos. Se verán beneficiados porque aumentarán su participación. En los autos eléctricos hay más arneses, pero éstos cambian, hay más tipos de controles de potencia.
  • Proveedores de sistemas de enfriamiento. Las empresas con experiencia en intercambio de calor, radiadores, etc., deberían cambiar a enfriamiento de baterías y motores.
  • Fabricantes de sistemas de escape y tratamiento de residuos. Con sus capacidades en el manejo de lámina y en galvanoplastía pueden integrarse a la cadena que requiera alguno de estos procesos para componentes de los VE’s.
  • Proveedores de tanques de combustible. Pueden migrar hacia tanques de fluidos de enfriamiento del auto eléctrico, y tienen la capacidad de crear tanques hechos a la medida del espacio del vehículo.
  • Proveedores de sistemas de aire acondicionado y calefacción. Para seguir en el mercado tienen que rediseñar estos sistemas aprovechando su experiencia.
  • Fabricantes de otros sistemas automotrices. No habrá una transición drástica, algunos se van a mantener como los fabricantes de interiores de plástico, textiles, aislamiento térmico, acústico y de vibración.

“El mensaje es: hay que usar las fortalezas de las empresas en cuanto a procesos, manejo de materiales, manejo de los sistemas de gestión automotriz que son muy rigurosos, todo eso es un capital importante para los proveedores actuales para migrar a los autos eléctricos”, destaca Carlos Meneses.

Otras oportunidades también se abren para nuevos actores. Muchas empresas podrán ofrecer servicios de soporte como las estaciones de carga, y el servicio de mantenimiento que ahora será cada vez más tecnológico.

Nuevas capacidades tecnológicas
Para esta transición los proveedores tendrán que considerar invertir en nueva maquinaria, nuevos procesos de manufactura con nuevos materiales. La flexibilidad productiva es demasiado alta para un proveedor automotriz, y con los autos eléctricos lo será aún más.

Carlos Meneses menciona que deben centrarse en el dominio de materiales y procesos relacionados con el aluminio (die casting), plástico (productos de gama media y alta), arneses complejos, nuevos materiales como fibras de carbono y aramidas, y en procesos tradicionales que se mantienen como materiales no tejidos, inyección de plástico tradicional, y exteriores.


Las oportunidades son de quien las toma. Este gráfico compartido por FUMEC muestra de manera sencilla los cambios básicos en plataformas de autos eléctricos.

Será indispensable la digitalización para estandarizar sus procesos internos y ligarse en forma electrónica con las demandas del cliente, cotización electrónca, seguimiento de pedido en planta y seguimiento logístico avanzado (Logística 4.0) de la entrega.

Muchas empresas de la industria mexicana de T2 hacia abajo usan máquinas viejas; muy probablemente tendrán que ir pensando en reemplazarlas progresivamente para tener mayor calidad y velocidad, mayor control, flexibilidad e integración del proceso de manufactura, integración digital vertical (sistemas de digitalización de planta) y horizontal.

En cuanto a software, si va a apoyar a su cliente en temas técnicos, necesitará tener software CAD y CAM, y posiblemente de modelado y simulación; para la integración vertical de información deberá contar con un ERP.

Una tendencia ya actual que se incrementará es tener su propio sistema de validación metrológica, desde instrumentos de medición digitales conectados la red hasta palpadores avanzados.

“Todo esto suena abrumador, sobre todo para una pyme, pero es necesario hacer un ejercicio de planeación, donde a partir de una estimación del producto futuro y la ventana de oportunidad que tenemos para poder colocarlo. Se hace una planeación hacia atrás (backtracking) y estimación de los recursos (financieros, humanos, de maquinaria, instalaciones, know-how, licencias, etc.) que se requerirán y cuándo es necesario obtenerlos”, explica Carlos Meneses.

El estudio de la Fumec sobre el futuro de la cadena de valor automotriz arrojó estos resultados en su primera fase, donde se analizó la región centro del país. Posteriormente se incluirá Bajío y Norte y en una segunda fase se realizarán reuniones con grupos de empresas, organizaciones, gobierno y academia para captar oportunidades para apoyar a las empresas en la transición hacia la proveeduría de vehículos eléctricos.

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